Cuando abrí las persianas ayer por la mañana, me encontré con un maravilloso cielo azul y sol. Después de más de una semana de mal tiempo, fue un alivio que se agradece. Aunque no podemos salir, me siento mucho mejor cuando brilla el sol.
Decidí aprovechar al máximo la luz del sol y poner 2 cargas de ropa en la lavadora. La colada se había acumulado durante la semana pasada, así que este fue el día perfecto para secar todo. Debo admitir que me tomé un más de tiempo de lo habitual colgándolo en la terraza de la azotea, solo disfrutando del sol durante unos minutos extras.
Una vez que el sol giró un poco, abrí las puertas del patio y dejé que el aire caliente entrara en la sala de estar, muy agradable. Ahora estoy valorando los pequeños placeres de la vida.
Hora de almorzar y nos estamos quedando sin ideas. Busqué en el congelador y encontré un par de panecillos crujientes y todavía nos quedan algunos huevos, así que haremos enrollados de mayonesa que son uno de los platos favoritos de mi marido. Desde que los niños eran pequeños, esto siempre se ha conocido en casa como «huevo de calamar» :)
Llevamos nuestros panecillos y tazas de té a la terraza, incluso los gatos se unieron a nosotros, uno decidió que el lugar más cálido estaba encima de la barbacoa que la habíamos tapada para por el invierno.
Llamé a mi hija para charlar con ella por la noche. Se ha descargado la nueva aplicación Disney + y me estaba diciendo que tiene muchos de los viejos programas de televisión que solía ver de niña. Pasamos media hora recordando a The Wizards of Waverly Place y Lizzie Mcguire :))